Su segundo hogar son las aulas de clases, pues
lleva 45 años de su vida dedicados a la docencia. Actualmente es la directora
de la escuela Tiburcio Macías, se trata de Monserrate Arauz de Vásquez.
Asegura que la experiencia le ha dado la
madurez necesaria para enfrentar los retos de la nueva era de la educación.
Sus años primarios los realizó en la escuela
24 de Mayo de Portoviejo, donde siempre destacó por sus buenas calificaciones.
Sus estudios segundaron los realizó en dos colegios.
En el colegio Portoviejo estudió hasta el cuarto año y culminó en el colegio
Normal Eugenio Espejo de Chone.
Su sueño siempre fue ser una maestra y poder
preparar a los niños, es por eso que en la Universidad Técnica de Manabí logró
graduarse de Licenciada en Psicología y Orientación Vocacional.
Las ganas de superarse y la perseverancia son
las cualidades que sobresalen en esta dama. Su objetivo era la especialización
y años después, en la Universidad Eloy Alfaro de Manta logró un doctorado y un
diplomado en Gestión Académica y en la Universidad del Azuay logró una maestría
en Investigación Universitaria.
En lo personal había logrado casi todo, pero
lo que le faltaba para en realidad sentirse feliz, era cumplir su sueño:
preparar a los niños para el futuro.
Es por eso que en el año 1967 ingresó a la
escuela Francisca Vera Robles de Jipijapa. Allí se desempeñó como una de las
mejores maestras de esa escuela. Estuvo en Jipijapa hasta 1974.
Fue en ese año que llegó a la escuela Tiburcio
Macías como docente. Su perseverancia y estudios permitieron a esta maestra
convertirse en la directora encargada de dicha escuela en el año 2002, pero fue
en el año 2010 cuando por medio de un concurso de méritos y oposición gana la
dirección de la escuela.
Para la profesora Monserrate Arauz lo más
importante es la comunicación entre docente-estudiante. Sabe que la vida está
llena de cambios y para un maestro es primordial estar actualizado. En el 2014
Monserrate Arauz dejará el puesto de directora de la escuela. Asegura que ya es
tiempo de darles paso a los nuevos maestros del país; se retira con la
satisfacción del deber cumplido.
Por: Yandri Escobar y Yuri Cevallos